En Neuroreha, apostamos por avanzar hacia una rehabilitación más efectiva, basada en evidencia científica e innovación. Creemos que la combinación de ciencia y tecnología es clave para ofrecer mejores oportunidades a los pacientes y optimizar cada sesión de terapia.
Recientemente, en el American Journal of Physical Medicine & Rehabilitation, se publicó un estudio que analizó los efectos de la rehabilitación robótica en niños con parálisis cerebral. Este estudio refuerza lo que vemos en nuestra práctica diaria: la robótica no solo complementa el trabajo del terapeuta, sino que potencia los resultados de la rehabilitación.
Principales hallazgos del estudio:
→ Mejora significativa en la función manual
Los niños que participaron en la terapia robótica mostraron avances en la destreza y el control de la mano, medidos mediante pruebas como el Box and Block Test. Este tipo de mejora es fundamental para su autonomía en tareas diarias.
→ Aumento de la calidad de vida
Los beneficios no solo se reflejan en pruebas clínicas, sino también en la vida cotidiana de los pacientes. Se observó un incremento en la independencia y en la capacidad para realizar actividades esenciales, lo que impacta directamente en su bienestar y el de sus familias.
→ Mayor adherencia al tratamiento
Uno de los mayores retos en la rehabilitación pediátrica es mantener la motivación de los niños. La terapia con dispositivos robóticos, al ser interactiva y gamificada, logró una adherencia notable, manteniendo el interés y la participación de los pacientes a lo largo del tratamiento.
Estos resultados refuerzan nuestra convicción de que la robótica es una aliada clave en la rehabilitación neurológica. Por eso, en Neuroreha, trabajamos con equipos de @Tyromotion, que combinan ciencia y tecnología para ofrecer terapias innovadoras, personalizadas y respaldadas por la investigación más reciente.
Cada avance en neurorehabilitación es un paso hacia una mejor calidad de vida para los pacientes. ¿Quieres saber más sobre cómo la ciencia respalda nuestras soluciones? ¡Hablemos!
Artículo completo: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38320248/